jueves, 14 de julio de 2011

Fallece el Mayordomo de la Capilla de la Sienrra



El pasado lunes, día 11 de julio, a las 00.30 horas, quiso Dios llamar a su presencia a Jesús Naredo Pedregal, Mayordomo de la Capilla y Cofradía de Nuestra Señora de la Sienrra.
Un pueblo emocionado y conmovido abarrotó no sólo el templo parroquial, sino sus atrios, jardines y calles anejas para despedir a un vecino conocido y querido.
Hombre de fe clara y rotunda, conversador afable y servicial en cuanto podía, Susi, sucumbió a su enfermedad pocos días después de su diagnóstico.
Pierde Torazo a un buen vecino, y la Iglesia a un Mayordomo eficaz, trabajador y discreto, que ha sabido auxiliar a los párrocos de Torazo en cuanto fuere menester.
Durante su mayordomía se llevaron a cabo varias e importantes labores de restauración en la Capilla del Campo. Caben destacar:
la recuperación de la barrotería original barroca, el altar primitivo y su ara, el transparente o camarín de la Virgen, el tabernáculo y otros vasos sagrados; la instalación de vidrieras, el terrazo exterior del atrio, la recuperación de la capilla trasera, la adquisición de las coronas de la Virgen, los ángeles que la custodian, así como la propia talla encargada a un prestigioso taller italiano.
Hombre vinculado a la práctica médica y sanitaria, era conocido por su capacidad a la hora de ayudar a los vecinos del concejo de Cabranes con sus tratamientos. Amigo de sus amigos... e incluso de quienes no eran tan amigos. Hombre de paz y servicio.
Melómano empedernido, amante de la música y cuanto este noble arte rodea, descansó en la Paz del Señor en la festividad de san Benito, confortado y auxiliado con los sacramentos y la Bendición apostólica, recibida de manos del párroco y del capellán del hospital.
Descanse en paz. Y que Dios le premie todo lo bueno que hizo por sus gentes.

lunes, 4 de julio de 2011

Nuevo equipo de gobierno


Como suele ser habitual, por los medios de comunicación nos hemos enterado del nuevo equipo de gobierno del arzobispo fray Jesús Sanz. Ha sido éste un parto deseado y esperado, no tanto por las personas, como por el ritmo que el nuevo equipo imprima a la Iglesia diocesana.
Algunas caras ya muy conocidas (y que hasta ahora nos decían "anhelantes" del merecido descanso tras los duros trabajos con los prelados anteriores), parecen haber redoblado sus esfuerzos para dejar de lado su cansancio y no quedarse atrás a la hora de unirse a las caras conocidas -pero no habituales- en este tipo de trabajos en busca de un bien mayor, como es la Iglesia diocesana.
Hay profesores de grato recuerdo en el Seminario; hay pastores egregios; hay gente de antes; hay gente de ahora... Muchas caras nuevas y sin una línea definida prefijada como conjunto, nos abren a la expectativa con atención.
Independientemente de si estos son de acá o de allá, está el deseo unánime de que esta etapa que empieza traiga entusiasmo y buen futuro a la diócesis. Felicitamos a los que estaban antes y a los que se incorporan nuevos... Dios (y nosotros) les ayuden, Dios (y ellos) nos ayuden.

martes, 31 de mayo de 2011

Crónica del adiós a Juan Tresguerres

Con un día plúmbeo, lluvioso y desapacible despedimos a Juan. La verdad es que la climatología iba muy de acuerdo con los sentimientos de pena y frustración.
La iglesia llena para recibir a un fraile ejemplar y genuíno, acompañándole en un silencio abrumador, rasgado tan solo por el lamento de la Partita en re menos de Juan Sebastián Bach, interpretada maravillosamente por Elena.
Minutos de espera, de encuentro, de rostros y manos saludándose entre pesadumbrados comentarios de tristeza.
Comenzó la eucaristía con un saludo de Jose Antonio, el Prior, un hombre afable y bueno que no sé cómo lo hace, pero sabe dar a los encuentros ese toque de calor humano que rompe distancias y fronteras mentales. El prior leyó un somero curriculum de Tresguerres (somero pero de varias páginas...) y ya todos nos centramos en nuestra misión: encomendar su alma a Dios.
Lectura, antífona del salmo, Evangelio, Homilía. Homilía bien hecha, bien escrita, bien preparada, (siéndo de un dominico ésto es redundancia) que ahondaba en las virtudes humanas, humanísticas y religiosas de Juan. Simplemente pulquérrima.
Mientras el Provincial hablaba, intenté fijarme en las personas que llenaban la nada pequeña iglesia de santo Domingo. La media de edad era sorprendentemente baja. Jóvenes de treinta y tantos, cuarenta, cincuenta... para despedir a un hombre de setenta. Caras serias y dolientes, algunas incluso con los ojos cargados, signo inconfundible de lealtad indeleble al maestro. Luego ya no van los alumnos, sino los amigos: gente de aquí y de allá; apellidos compuestos y apellidos de lo más vulgar: arqueólogos, médicos, músicos, curas... una mezcla que manifiesta con atrevimiento la personalidad tan rica como poliédrica de este buen fraile. Según hacía este repaso mental de rostros y nombres, recordé a Don Alfredo, su funeral con una catedral abarrotada de gente de toda condición y edad, abundando también la gente joven.
Perdonad, no quiero que un posible lector piense que los adultos no merezcan la pena, en absoluto. Mi reflexión va más allá: en un ambiente tan hostil a la religión y a lo religioso (en muchas ocasiones ganado a pulso), con una juventud tantas veces denostada, la presencia juvenil se convierte en termómetro de una vida -la de Tresguerres- y de una labor docente.
Me sacó de mis pensamientos una frase del Provincial: "Fray Juan fue un gran dominico". Y todo cobró de nuevo sentido más pleno, como si fuese bajando peldaños en la escalera de la gnosis: esa pléyade de personas estabamos ahí porque su vida y su quehacer -marcado por el Doctor Angélico- han hecho de él álguien digno de ser amado y por tanto, respetado.
Miro en mi interior, y me pregunto si el día de mi funeral habrá quien me acompañe, si seré capaz de arrancar de los corazones y los labios de mis feligreses una oración tan sentida o una muestra de lealtad tan clarividente... sólo una vida bien vivida con autenticidad da estos frutos vistos hoy.
La misa continuó en su ritmo habitual. Todo bien, hasta el final, en el que los hermanos dominicos (en un numero cercano a los 80) entonaron la Salve en tono solemne y una antífona que encomendaba a fray Juan en los brazos de santo Tomás. Joer, qué precioso. Era como la despedida de los de casa; vale que todos los presentes estaban unidos por sus sebntimientos hacia Juan, pero este canto era la despedida de los que fueron en estas décadas sus compañeros de camino, de estudios, de vida. Broche de oro a un funeral tan sencillo como solemne, tan austero como familiar y cercano.
Fray Juan Antonio Fernández Tresguerres, descansa en paz.

lunes, 30 de mayo de 2011

Juan Tresguerres o el orgullo de ser cura


Hoy ha llegado una noticia tan esperada como triste: la muerte de Juan Antonio Fernandez-Tresguerres... bueno, perdón: FRAY Juan Antonio Fernández-Tresguerres, y me gustaría compartir lo que en un momento así uno lleva dentro.
Tresguerres era un dominico muy especial. Su curriculum académico ocuparía unas cuantas páginas, y además, es seguro que aborrecería se publicase (y de hecho, creo que desde el más allá, abochorna ya esta mención), pero seguro que no le molestaría que se le resumiese todo el con una de sus pasiones: era arqueólogo.
Empezamos a tratarnos a través de mi hermano Juan, pupilo y confidente de este buen hijo de santo Domingo. Y, a través de lo que le iba oyendo a mi hermano y lo qué mas tarde pude comprobar en persona, fui descubriendo a un fraile de los que no se pone jamás un alzacuellos, pero que se enrocaba bajo el teólogo más universal con una fuerza y un vigor dignos de admiración, con una teología acorazada a través de filosofía y tomismo.
Yo ni soy arqueólogo ni tampoco historiador, y sé de sobra que estos días muchos escribirán sobre él en su faceta investigadora o docente. Yo quisiera desde aquí transmitiros lo que no creo hagan ninguno de ellos: que la muerte de Tresguerres es una pérdida no solo social, sino eclesial.
En los medios de comunicación e incluso en nuestras conversaciones con amigos, rara es la vez que se hable de un cura por motivos de admiración. La pederastia, las tropelías, las palabras bajas son etiquetas reales que los sacerdotes hemos de encajar no bajo un prisma victimista, sino dede la vergüenza, ante la verdad de muchos de nosotros. Pero Juan Tresguerres es de esos curas que ¡joer! te hace sentirte muy orgulloso de pertenecer a esta Iglesia.
Dan ganas de gritar al mundo: ¡éste, también es hijo de la Iglesia!
Y aunque parezca que mi postura es la del que apuesta a caballo ganador, nada más lejos; pues reconozco en Juan lo que he reconocido antes en Don Emilio Olábarri, Don Raúl Arias del Valle y por supuesto en Don Alfredo de la Roza: sacerdotes trabajadores y cumplidores de su labor, estudiosos que han dado más de lo que han recibido; curas de tomo y lomo que muchas veces han caído en el olvido de sus propios hermanos, pero que han sembrado a sus alumnos la inquietud por el saber, la opción por el estudio y la mansedumbre de espíritu* que da como fruto un sentido común aplastante.
Quisiera, antes de acabar, decir también que Juan Tresguerres ha sido para mi hermano lo que Don Alfredo de la Roza para mí: un Maestro. Y, por ironías que tiene la vida, tanto mi hermano como yo hemos conocido a estos dos curas en dos ámbitos diametralmente opuestos, uno en la Universidad Pública, el otro en un coro de catedral. Y digo lo de la ironía, puesto que ambos dos, Juan y Don Alfredo iban juntos a los conciertos de abono del Auditorio y a un sin fín de conciertos, pues ambos amaban como pocos la música.
Juan ha pagado su deuda con nuestra Madre, pues ha sabido dar a la Iglesia el fruto maduro de aquella formación sembrada años ha en diversas casas de su orden. Ha sabido hablar de Dios y de la institución sin armaduras ni escudos, sino desde el saber y el saber hacer. Juan ha entendido lo que era ser cristiano en medio de nuestro mundo, estra en el mundo sin ser del mundo.
Ahora, como dice el Evangelio: "si el grano de trigo no muere, queda infecundo, pero si muere, da mucho fruto".
Descansa en paz, Juan, y gracias... por tantas cosas.

jueves, 26 de mayo de 2011

Homilía de San Francisco de Paula

Hipotético lector:
Cuando prediqué el día de San Francisco (Festival del Arroz con Leche) mucha gente me pidió el texto de la homilía. Aquí os lo dejo. Veréis que el hilo conductor era (y es) que necesitamos lugares neutrales (qyue no neutros) donde poder dejar a fuera todo el ruido que acompaña nuestra vida. Espero que os ayude.

Uno de los regalos más interesantes que han caído en mis manos, ha sido el Diario de un alma, de Juan XXIII, el Papa Bueno. Confieso ya desde ahora mi devoción sincera a él. Y, no pocas veces, recuerdo una anécdota muy significativa de su vida.

En cierta ocasión, Angelo, que ese era su nombre de pila, muerto de miedo ante una misiva que le acusaba ante el Papa de no sé qué cuestión, su obispo, le dijo: Angelo, no temas: en la Iglesia hay de todo y lo contrario de todo.

Qué gran verdad. Y si no te la crees, mira a tu alrededor: aquí no se pide a nadie ningún carnet

para entrar. Aquí hay guapas y feos, listos y no tan listos, de izquierdas y de derechas… incluso alguno habrá entre estos muros que ni siquiera tenga muy claro que cree en Dios. Y sin embargo, nadie sobra… ni siquiera los que muy a nuestro pesar son seguidores de los flamantes finalistas de la Copa de Campeones.

Quisiera ahondar hoy en esta idea, en esta realidad tan importante. No en la de la Champions, sino en el de la comunión o comunidad.

Sé que no es la primera vez que lo digo. Aunque ahora, con un matiz importante: ahora no lo digo como ascética, sino como reivindicación. Hemos de conseguir que éste sea un lugar donde las diferencias queden a la puerta, y que podamos estar reunidos todos sin ese cansino y agotador trabajo cotidiano en el que intentamos bien disimular lo que pensamos o transmitir la imagen de lo que no somos, pero nos encantaría ser.

Hoy celebramos a un santo, a san Francisco de Paula, consejero de reyes y políticos, que nunca tuvo miedo de manifestar sus opiniones ni de mostrarse como monje ermitaño, incluso con aquellos que, sin pensar como él precisamente, respetaban su vida y su labor.

Necesitamos, hermanos queridos, imitar a este insigne protector de Cabranes y no andar por la vida preocupándonos de qué dirán si digo o hago esto o aquello. Necesitamos liberarnos de esas cadenas pesadas y herrumbrosas que nos impiden sacar todo lo bueno que Dios ha sembrado en nuestro interior. Necesitamos crear espacios materiales y espirituales en los que poder respirar con satisfacción y sin vergüenzas.

En la Iglesia hay de todo y lo contrario de todo, sí Señor. Y ahí es donde reside nuestra fuerza, en la comunión: esa unidad intensa, personal, que crea vínculos con quienes a lo mejor nunca nos sentaríamos a cenar, pero que sabemos ama a un mismo Dios y desea –como cada uno de nosotros un mundo más justo y fraterno.

Y en un día como este, en el que nos regodeamos, no sin motivo, de ser ésta la tierra donde se hace el mejor arroz con leche del mundo, esta comunión de la que hablamos se hace más viva y patente en la comunión sacramental.

La Comunión eucarística no es para los que nos creemos los mejores, sino para los que queremos mejorar… y en ese camino, espero que estemos todos.

Quiero agradecer antes de acabar, a cuantas personas hoy nos acompañan, su presencia y simpatía. Cabranes es sin duda un pedazo de esa Asturias bendita donde fe, cultura, fiesta y libertad aún siguen caminando juntas de la mano, porque todas ellas: fe, cultura, fiesta y libertad se siguen respetando. Tierra fraterna donde aunque de vez en cuando nos liemos –pocas veces, la verdad- a fesoriazos metafísicos, sabemos pedirnos perdón y seguir caminando.

Aquí, tenéis todos, los de dentro y los de fuera, una casa que os acoge y os recibe con los brazos abiertos porque sabemos que aquí, en nuestra Iglesia de Cabranes hay de todo y lo contrario de todo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Cómo acabar un día gris

Vaya día...

Había quedado para hacer dirección espiritual, y me dormí; hacía tiempo que necesitaba hablar con álguien, y resulta que al fional, ese álguien habló conmigo; luego fuí a ver a uno de los pilares más importantes en mi vida, y resulta que me ha dado una noticia inesperada y amarga... quizás ésto ha sido lo más difícil.

Cuando esperas de álguien una altura de miras, una capacidad para entender y maniobrar... cuando sabes que se puede desear porque ha dado muestras de que puede llegar; cuando al final te das cuenta de quehay cosas que no van a cambiar, entonces recuerdo unos textos que guardo y me ayudan a ver cuál es el mundo que deseo y la vida que quisiera alcanzar. Aquí os dejo con ellos por si algún día los necesitáis.

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.

Pero sé paciente,
no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo,
y todo lo que es tuyo vendrá a tus manos en el momento oportuno.
Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva,
dirigida hacia lo alto y caminando hacia delante, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas lo difícil que es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda con el Evangelio
que "cada día tiene su propio afán".

Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.
Busca a alguien con quien compartir tus luchas:

una persona que te entienda,

te apoye y te acompañe en ellas.

Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.

Difunde por doquier la alegría que hay dentro de ti.
Que tu alegría sea contagiosa
y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz
que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos
y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría,
todos los que pasan por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz.

No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes;
sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño
y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño.

"Consejas halladas en la iglesia de san Pascual..."

El día del Catequista y fiesta arciprestal de Oviedo


Este sábado pasado, a las 12.30 del mediodía se celebró el Día del Catequista en la iglesia mayor del Seminario de Oviedo.
La concurrencia era de una iglesia llena. En la misma ceremonia coincidió gente del arciprestazgo de Oviedo que celebraba conjuntamente su fiesta pascual.
Los cantos corrieron a cargo de la Escolanía San Salvador, utilizándose como hilo conductor la liturgia del día y la pascua. Se interpretaron cantos de De la Roza, Dechá, Lecot, Taizé, Palazón, Muñiz, etc. Casi todos eran nuevos, con lo que supone de reto para una comunidad con 5 minutos de ensayo.
Como en ocasiones anteriores (véase la Celebración para la Clausura de los trabajos grupales del Sínodo diocesano) el reto ha sido ampliamente superado: la asamblea llegó por momentos a ocultar la intervención coral con su fuerza y seguridad en el canto.
Pongo esto en mi blog, por ser una apuesta personal que siempre da buenos frutos, y que sería interesantísimo repetir o imitar en más lugares de la diócesis.
Ir a una celebración y ser meros receptores pasivos, hace inoperante el mandato conciliar y las reformas litúrgicas, pero incluso más allá, me aventuro a decir que es precisamente la música la única que HOY puede hacer salir a la gente de nuestros templos con un espíritu alegre y jovial.
No es lo mismo una tosto-celebración (que es muy parecida pero de menor grado que una pelma-celebración) que una misa larga pero con intervenciones por parte de todos, incluso de la asamblea (!) que ensalcen el espíritu.
Hay modas deleznables de egolatría resupina en la que la asamblea se torna en simple vouyer, donde el exibicionista se retroalimenta al saberse contemplado... convirtiendo el sacrificio cultual en un espectaculo -y de los malos- carente de belleza, armonía, ritmo y equilibrio.
Belleza (aunque la haya compuesto otro), alegría, gravedad... son buenos criterios musicales para escoger repertorios aptos para cualquier comunidad, incluso una tan variopinta como la del sábado. (El canto de comunión fue solicitado por una decena de parroquias para ser interpretadas en sus celebraciones).
Satisfacción por el deber cumplido; orgullo del trabajo bien hecho; ironía de predicar en el desierto.
PD.- Desde esta semana santa, la Escolanía San Salvador edita hojas para el canto de la asamblea que se pueden descargar en su web (www.escolaniasansalvador.com). Es un servicio gratuito de edición privada. Si se viese oportuno, y si hay un buen número de solicitudes, se puedrían colgar los midi para aprenderse los cantos si no se sabe solfear.

Un santo un tanto olvidado

Foto de Mariola Menéndez (LNE)

Ayer fue el día grande de las fiestas de san Francisco de Paula, en la villa de santa Eulalia de Cabranes. Es una fiesta muy peculiar, que para aumentar el número de sus visistantes, hace ya más de treinta años se creó el Festival del arroz con leche. Hoy, a nivel extra-popular, parece que se honra más a este postre que al santo...
No obstante, y con mucha alegría por parte de todos, honramos a este buen fraile, ejemplo de honradez y docilidad a la voluntad de Dios.
En la eucaritía estábamos casitodos, algún rostro que trae a mi corazón sentimientos profundos de sincera amistad, no estaban allí: unos por enfermedad, otros por los quehaceres propios de un día como éste, en el que toda la familia va a comer a casa. Aún con esas, sus huecos han quedado sin cubrir a pesar del gran número de feligreses y amigos que abarrotaban una iglesia parroquial que se hizo enana ante tanta gente.
Cosa curiosa em pasó en la homilía: quedé con la sensación de que no había gustado nada de nada por el silencio que se creó al final de la misma. Tras la misa, llegaron más felicitaciones que nunca... cosas de la vida, ¿no?
Luego, un buen vermouth y comida. Si no me equivoqué, eramos unos 47 a comer en mi casa una estupendísima paella made in Piñera, aderezada con sidra, Protos, y varias bebidas espirituosas que hacían buen maridage con el café dominicano. Todo perfecto.
Me alegró mucho ver gente tan variopinta compartiendo mesa y mantel; habíalos hasta del BarÇa... pero aún así les acogimos con auténtica caridad cristiana.
También me visitaron sorpresivamente María, Sergio y Ángel, que en un mes saldrá de la barriga de su mamá, y nos alegrará a todos el año. No sé qué pasa con las chicas embarazadas, pero tienen un algo especial. Confieso que verlas me alegra mucho, porque irradian felicidad por todos los poros de la piel. María, lo hace... y también Rosana, la esposa de Alejandro el Alcale, a la que el viernes encontré con una cara muy singular: una mezcla de alegría, orgullo, paz, belleza... no sé, como todas las chicas que esperan un regalo tan grande.
Y después de la nota rosa, recojo el guante del Alcalde, y me animo a formar parte de la Cofradía del Arroz con Leche, y de hacer cuanto esté en mi mano para poder sacar adelante tan interesante iniciativa.
Y ahora... ¡al vermouth!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Misa Hispano-Mozárabe

Este sábado, 7 de mayo, a las 5 de la tarde, celebraremos la misa en rito hispano-mozárabe en la iglesia parroquial de san Julián de Viñón (Cabranes).
Es ésta una celebración en honor de la Santa Cruz, en el aniversario de la restauración del templo románico cabranés, que llevamos celebrando tres años.
Daos por avisados... y por invitados.

¡Ta mañana!

miércoles, 27 de abril de 2011

Un tipo especial

Ayer cené con un personaje interesante. La verdad es que lleva poco tiempo aquí, pero a pesar de que nuestros encuentros han sido breves y en intervalos prolongados, lo que muestra de su personalidad es bastante atrayente.
Tiene muchas cualidades: gran conversador, buen anfitrión... pero tiene un don muy peculiar. Es de lo más sincero.
Yo, en ese campo, le envidio. Sabe ser claro, no se deja avasallar... pero su contundencia sigue la máxima medieval: puño de hierro en guante de seda.
Oh, no, no... no ha sido brusco, o al menos no tanto como yo, la verdad.
Admiro a la gente así: sincera, clara, contundente, con la que se puede intercambiar opiniones porque no busca ni adeptos ni afines, sino un intercambio de ideas y palabras que tratan de convencer, no de vencer.
Solo una pena, una lágrima, una pena. Este mundo, nuestro mundo, necesita gente como él si quiere oxigenar y responder a una sociedad cansada y cansina. Ojalá la hiedra trepadora no le abrace con la amargura que todo lo reseca, que todo lo tapa, que todo lo ahoga.
Hasta la vista, alpinistas!

domingo, 24 de abril de 2011

Triduo Pascual en Cabranes




Puff... vaya semanita. La verdad es que ha sido agotadora y bella en la misma proporción, y estoy muy contento.

A veces uno se mata a trabajar, a pensar, a crear... y parece que el mundo exterior que te roddea es ajeno o indiferente: son cosas de la vida. Pero, por suerte, en Cabranes, el trabajo y las ganas se valoran tanto como la belleza. Este año ha habido más contratiempos de los habituales: detalles que no se han podido realizar o algunos que con las prisas y el apurón, se han quedado a la puerta de casa (literalmente, claro). Aún así, un regalo.



Comienzo con el Jueves Santo en Torazo.


La iglesia a reventar: gentes de todo el concejo: Pandenes, Fresnedo, Sta. Eulalia, Gramedo, Viñón...

Preparamos unas hojas de cantos, y la gente parecía que realmente quería llenar la iglesia con sus voces, en competencia con la nube perfumada del incienso. Los monaguillos, genial. Y el Monumento, ¡qué decir! re-estrenábamos sagrario, candeleros y ánforas ricamente restauradas. Pero el momento culminante fue el lavatorio de los pies. Confieso que tengo pasión por ese momento tan sagrado. Y allí sentados unos hombres y mujeres que me han dejado arrodillarme en ellos ante todos los fieles cabraneses. A mi lado, Don Enrique Monestina. Él me ayudaba a lavar los pies en forma figurada a como lo hace en la realidad: silenciosa y fraternamente. ¡Qué haría yo sin él!

La hora santa, ya fue mucho menor en asistencia. ¡Cómo llovía!
El jueves, despedimos también a Jenaro. Un hombre peculiar, de mucho genio y mayor libertad, que ajardinaba como nadie los huertos de Torazo. Permítome decir con cariño y todo el respeto que murió tras haber ganado la Copa del Rey nuestro Real Madrid: parece que todo estaba calculado.

El viernes santo ¡qué mojadura! La lluvia prefiguraba el día que se avecinaba. Primero, rompió los planes de ir a Castropol a participar de una procesión con el párroco, Don Jorge Cabal.


La lluvia durante el entierro de Jenaro retrasó mi llegada a Fresnedo, alterando el humor de un párroco ya de por sí nervioso por el deseo de que los cultos sean perfectos.


Una vez en el templo, comprobamos que habían robado dentro de la iglesia. Gracias a Dios no profanaron el Santísimo, pero por desgracia, para entrar rompieron una vidriera pequeña, pero artísticamente, la mejor del concejo de Cabranes. Un disgusto y una lástima que por desgracia hizo más tensa la preparación de la ceremonia.


No obstante, los oficios resultaron austeros y sobrios, pero hermosos. Con el tiempo me fui calmando y entrando en el misterio que vivimos. La gente cantó, y participó en buen número a pesar del día de perro que estaba. Llovía tanto que ANTES de posar el segundo pie tras salir del coche ya tenía el primero completamente encharcado.


El Via Crucis de Santa Eulalia más bien, escaso. Con todo, bien.



El Sábado Santo por la mañana teníamos oración mozárabe del Gran Sábado. Es una especie de oficio de lectura pausado y con oraciones sálmicas muy a propósito de la Pasión y Muerte de Cristo.

Tanto los folletos de cantos como los de esta oración, son de esos desastres naturales a mi berza, pues cuando bajé a por ellos a la imprenta, ya había cerrado. Por ello, la suspendí, aunque un grupo muy agradable de 4 personas, con unas muestras de imprenta que tenía por casa sí pudimos rezar. Queda pendiente para el próximo año darle mayor difusión... y recoger los libritos.

Y por la noche, la Gran Vigilia Pascual. Fue preciosa. La verdad es que en un monento del lucernario, cuando toda la iglesia de Sta. Eulalia estaba iluminada con las pequeñas velas (se repartieron 160), mientras Ángela nos cantaba los salmos de Don Alfredo de la Roza, me sentí el hombre más afortunado del mundo: estaba haciendo lo que me gustaba, saboreando toda la belleza de la liturgia, rodeado de mis feligreses, del grupo de escolanos que siempre vienen a acompañarnos magistralmente con sus voces, una parte de mi familia que vino a pasar estos días conmigo, los monaguillos de competición (incluído un nuevo fichaje, que hace las veces de Beckanm, Mateo), otros amigos que vinieros desde Gijón... y para rematar, estaban personas que habitualmente no vienen a misa, pero que para mí son muy importantes...más incluso de lo que pueden parecer a simple vista. Don Enrique, a mi derecha, dando esa sensación de seguridad que siempre dan los curas mayores y aplomados. En aquel momento, di muchas gracias a Dios: y no solo por ellos, sino por la gente que ellos me evocaban: Memé, Eugenio, Emilia, Carmen, Andrés, Rosario, Lucía, compañeros sacerdotes que a lo mejor estaban celebrando solos o con muy poca gente, mi familia completa... personas con rostro y corazón que por un momento fugaz se hicieron presentes uno por uno. La iglesia, con un llenazo casi-ilegal.

Y si eran pocos los regalos, el remate fue el bautizo de Mikel. Un joven de la parroquia que pidió recibir las aguas bautismales y que hizó una formación amplia y profunda en la parroquia. Ha sido una Vigilia Pascual inolvidable.

Sólo una pega: levantarse hoy. ¡Madre mía, qué trabajo! Y la tregua que la lluvia nos dió la noche santa, ya había terminado. Además, llegué tarde 30 minutos a la primera misa, por que perdí las llaves del coche en medio de todo el barullo.

Gracias a todos los que habéis hecho posible todo esto. Perdón por mis fallos y desastres. Pero, los que me conocéis, sabéis que estos errores serán acicate para que el próximo año intentemos superarnos: Ecclesia semper reformanda!

domingo, 17 de abril de 2011

Corderos para unas monjas

Sip. Esta semana me han llamado las monjas Clarisas de Villaviciosa. Me han pedido que les eche una mano con unos bizcochos. La verdad es que las pobres al principio todo el mundo arrimó el hombro, pero ahora que ya no están de moda, se las ven y se las desean para sacar adelante las obras de un monasterio que está atacado de carcoma en sus vgas. La cosa es que me han ofrecido una repostería monástica muy propia para estos días: corderos pascuales... en bizcocho. Sí, si... es un bizcocho de almendras y chocolate (o azucar glass) que se puede compartir entre los padrinos y sus ahijados, curas y feligreses y toda suerte de mortal que le entusiasme el dulce, el ayudar a unas monjas (majas) que lo necesitan e incluso a los que les entusiasme ambas cosas). El Cordero se recibe en la portería del monasterio y da para cinco personas, a cambio de un donativo que va a parar a arreglar sus desaguisados arquitectónicos. Yo ya me animé y compré 20 para tomar con un buen chocolate tras la Solemnérrima Vigilia pascual (sábado próximo 21.30 en Santa Eulalia: ¡no faltes, ejem, ejem...!) y me han encargado otros 30 entre feligreses y amigos. Espero que también alguno de vosotros os animéis, y ayudéis a esa parte de la Iglesia menos conocida, escondida quizás, que consagran su vida pidiendo al Señor por los que andamos por el mundo dando vueltas. Los interesados pueden pedirlo al monasterio directamente o bien, los que me conozcáis personalmente, poniéndoos en contacto conmigo. Un abrazo... os dejo mientras me entrego al descanso nocturno. ¡Hasta mañana!

Ya entramos en la Semana Santa

Puff... por fin en la cama. Sé que a mucha gente le puede parecer una chorrada, pero no es nada fácil preparar -aunque sea de forma sencilla- una semana santa, con sus cultos, sus momentos, su trabazón interna. Hoy he celebrado cuatro misas: 10, 11, 12 y 1.15. Y, eso de andar calculando ayer la homilía, para que no durase más de 2 minutos y medio, ver cómo encauzo las temásticas que tocaremos el resto de los días santos, el incienso, los ramos, las telas, los sagrarios... vamos, que queda uno agotado, la verdad. Pero no sería justo decir esto sin dejar bien de manifiesto que es algo que me apasiona: tenemos frente a nosotros siete días de vértigo espiritual: el ministerio sacerdotal, el misterio de la Cruz, el valor de la Cena, la comunión (no sólo de Hostias, sino con el lavatorio de los pies...), los latigazos, los dolores de una Madre que ve morir a su Hijo sin poder remediarlo... La Semana Santa te resitúa no sólo delante de Dios, sino contigo mismo y con los demás. Hoy, pensaba en que ya van siete semanas santas en Cabranes... ¡ y queda tanto por decir, tanto por hacer...! Que al final siempre me digo: hay que intentarlo. Recuerdo con risas (ahora, claro) el jarro de agua fría tan tremendo de mi primer año. Los de Oviedo lo entenderéis. En Cabranes va gente a misa los domingos, y en parroquias como en Torazo, más. Y yo pensaba: ¡jo! aquí el jueves santo será terrible... y no me equivoqué. En Oviedo los que no van a misa frecuentemente, no suelen perderse los cultos del triduo sacro. Y en Cabranes... en Torazo eran 16 personas. ¡Madre mía! ¡Qué fracaso! ¿Y ahora? ¿Merecería la pena quitar los cultos? Yo con cientos de fotocopias con cantos... y ¡na de ná! Gracias a Dios, las cosas cambian y en este punto, me siento muy satisfecho con cómo celebramos las fiestas más importantes del año: muchos, y muy juntos. Desde luego, nunca pensé que fuese a ocurrir... y quizás eso es lo que más me motive. Hoy hemos empezado bien. Ojalá el próximo domingo, exhausto, pueda decir lo mismo.

miércoles, 13 de abril de 2011

La Escolania de Covadonga


Ayer por la tarde me escapé hasta el Santuario de Nuestra Señora de Covadonga. Allí fuimos el Arciprestazgo de Villaviciosa a confesar. Esta feliz iniciativa nacida en Cabranes hace ya siete cuaresmas va consolidandose con propios... y extraños. No obstante, no queriendo centrarme en la tan agradecida solemne normalidad litúrgica tan extraña a nuestros tiempos, quisiera compartir con vosotros la alegría que ayer despertó en mi al escuchar a la Escolanía del Santuario. Hay que destacar la labor de Fernando y Jorge que, con ahínco, han sacado adelante esta agrupación coral de tanta solera. Y si bien es cierto que nada hay más delicado que un coro de niños y de jóvenes (pues no vale con cantar como en el chigre), ni nada tan sujeto a los vaivenes de la edad, ayer dieron muestra de equilibrio sonoro, litúrgico y musical. También me sorprendió con enorme satisfacción el escuchar un conjunto instrumental durante la purificación de los vasos sagrados. Es cierto que habrá quien ponga el grito en el cielo: ¡música instrumental en cuaresma!... pero será eso lo único que podrán decir, pues -al menos lo que yo pude escuchar- ha sido todo muy cuidado y bien seleccionado. Ayer (y unas vísperas que escuché en adviento) pude ver que otra música litúrgica es posible, que hay vida más allá de otras historias, y que el trabajo siempre da su fruto. Felicidades y muchos ánimos a quienes fomentan y alientan este trabajo. Y ahora... al sacamuelas. Os aseguro que, una vez más, voy presa del terror. Ciao, pescao!

viernes, 8 de abril de 2011

Una muy buena experiencia

El miércoles fui a la TPA. Ya véis, cuando el diablo no tiene que hacer... Y me sorprendió. No era ni la primera ni la segunda vez que iba. Pero las otras veces fue a hablar de música sacra, del Ciclo y esas cosas: y siempre era una grabación. Esta vez fue para hablar de mi vida sacerdotal. Me gustó.

Ciertamente no es que tenga un ansia tremenda por salir en la tele... no es eso. Pero me alegra que por una vez llamen a un cura y no por un escándalo o similar.

Ser cura no es nada fácil, la verdad, pero la suerte que tengo -aparte de poder hacer lo que me gusta- es la de tener unas parroquias con una gente tan genial. En Cabranes es muy fácil ser cura. (Bueno, siempre tengo la excepción de Lau, que no hay manera de que vuelva a la Iglesia a rezarme el rosario).

Bien sabe Dios que estos años me han pasado volando, con lamisma rapidez con la que me ha caído mi estupenda melena rizada: pero ha merecido la pena. Habeis sido los cabraneses los que me habéis enseñado lo que no se enseña en el Seminario: a veces con dolores, enfados y disgustos, otras -las más- con un día a día de lo más normal.

Ya veis: ¡hasta salís en la tele!

Y cómo no, un recuerdo agradecido a María del Cueto, que ha sido otro de los grandes descubrimientos televisivos. Así da gusto hablar.

Hasta la vista, alpinistas!

jueves, 7 de abril de 2011

Un equipo de primera

Camino ya de la Pascua, subo ya esta foto del equipo de monaguillos y acólitos. Son la pera. Ellos si que se lo curran mogollón... tanto como para que en ciertos círculos que han podido comprobar su valía llaman a este grupo "mis monaguillos de competición".

Y... sí que lo son: tan pronto te celebran una gran Vigilia Pascual como te celebran una complicadísima eucaristía mozárabe. A ellos, a los que me acompañan y con los que paso unas inolvidables sesiones de pizza y peli: ¡Gracias!
Por cierto, aprovecho para deciros que he ido a ver a Eugenio: parecee la cosa va mucho mejor. Muchos ánimos y rezos para Eugenio, Eugenio padre y Carmen (y sus abuelitos, claro) ¡Podemos!

Descubrir la alegría

Aquí os pongo un texto que descubrí en los últimos ejercicios espirituales:

"No hay que creer que la alegría comienza cuando se acaban los problemas o cuando termina el dolor; la alegría es una OPCIÓN de vida, expresión de la confianza en Dios, que hace posible enfrentar los problemas y el dolor con esperanza. La alegría no suprime el dolor, pero le da sentido. Es, precisamente en medio de las dificultades cuando los otros precisan de una presencia capaz de traer alegría a sus vidas."

Tony Mifsud SJ

lunes, 4 de abril de 2011

Una flauta para Ángel


El sábado, con frío y lluvia copiosa enterramos a Ángel. Fue un entierro colmado de sentimientos por parte de la familia y de la mía. Conocí a Ángel atendiéndole en un accidente de tráfico. Fue impactante... Pero si algo me llamó la atención fue cómo se desarrolló su último adiós. Mientras el enterrador iba colocando el cemento, uno de sus nietos sacó una flauta travesera de pasta... ¡qué hermosura...y qué buen gusto! Tocó la celebérrima marcha "Tú nos dijiste que la muerte". Mira que no la canté veces! Pero qué distinta me sonó. No sé si fue la calidez de las notas, o la versión utilizada... no lo sé. Lo que sí me impresionó el alma fue pensar la suerte que ha tenido Ángel: ni un príncipe puede pedir un funeral tan sentido y tan hermoso. Descanse en paz.

jueves, 31 de marzo de 2011

Cultos de Semana Santa 2011 en Cabranes



Como en años anteriores,prepararemos las próximas fiestas pascuales con el sacramento de la reconciliación. Se administrará el domingo 10 en las parroquias, y el marte 12 en Covadonga. Para el martes, habrá autobuses. Saldremos a partir de las 3 del mediodía. Los horarios y paradas, las habituales.

Domingo de Ramos:
Misa y bendición de los ramos
A las 10: en Celada y Gramedo
A las 11: en Pandenes y Viñón
A las 12: en Fresnedo y Torazo
A las 13.15: en Sta. Eulalia.

Jueves Santo:
En la mañana, distribución de la comunión en las casas de los enfermos que lo soliciten.
A las 5 de la tarde: misa in coena Domini, con la recepción de los santos Óleos, en la iglesia de san Martin el Real de Torazo.
A las 10 de la noche: Hora Santa ante el Monumento.

Viernes Santo:
A las 5 de la tarde: Solemne Oficio de la Pasión del Señor, en la iglesia de santa Maria la Real de Fresnedo.
A las 10 de la noche: Via Crucis tradicional en Sta. Eulalia de Cabranes

Sábado Santo:
A las 10 de la noche: Solemne Vigilia Pascual en la iglesia de santa Eulalia. Posteriormente, ágape fraterno.
Cantara como todos los años la Escolania San Salvador.

Domingo de Resurrección:
Mismo horario que el Domingo de Ramos.

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Celebra la Pascua... Como Dios manda