domingo, 17 de abril de 2011
Corderos para unas monjas
Sip. Esta semana me han llamado las monjas Clarisas de Villaviciosa. Me han pedido que les eche una mano con unos bizcochos. La verdad es que las pobres al principio todo el mundo arrimó el hombro, pero ahora que ya no están de moda, se las ven y se las desean para sacar adelante las obras de un monasterio que está atacado de carcoma en sus vgas. La cosa es que me han ofrecido una repostería monástica muy propia para estos días: corderos pascuales... en bizcocho. Sí, si... es un bizcocho de almendras y chocolate (o azucar glass) que se puede compartir entre los padrinos y sus ahijados, curas y feligreses y toda suerte de mortal que le entusiasme el dulce, el ayudar a unas monjas (majas) que lo necesitan e incluso a los que les entusiasme ambas cosas). El Cordero se recibe en la portería del monasterio y da para cinco personas, a cambio de un donativo que va a parar a arreglar sus desaguisados arquitectónicos. Yo ya me animé y compré 20 para tomar con un buen chocolate tras la Solemnérrima Vigilia pascual (sábado próximo 21.30 en Santa Eulalia: ¡no faltes, ejem, ejem...!) y me han encargado otros 30 entre feligreses y amigos. Espero que también alguno de vosotros os animéis, y ayudéis a esa parte de la Iglesia menos conocida, escondida quizás, que consagran su vida pidiendo al Señor por los que andamos por el mundo dando vueltas. Los interesados pueden pedirlo al monasterio directamente o bien, los que me conozcáis personalmente, poniéndoos en contacto conmigo. Un abrazo... os dejo mientras me entrego al descanso nocturno. ¡Hasta mañana!
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Tómate la Semana Santa con calma, que ye muy larga (que nos los digan a nosotros).
ResponderEliminarSeguiremos tu dulce recomendación y mañana pasaremos sin falta por les clarises a por un corderín (o los que caigan).
Un abrazo. Dani y Susana
Doy fe, están tremendos!
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